Normalmente, cuando la gente ve a una persona gorda, tiende a pensar que tiene una salud pobre o que come muy poco saludable. Incluso es frecuente que crean que no esté capacitada para realizar ciertos trabajos que requieren más esfuerzo, o para realizar algún tipo de actividad física. Pero, ¿Y si te dijera que todo esto solo son prejuicios generados en torno al peso de las personas?

Se puede tener un cuerpo no normativo y gozar de una buena salud, al igual que se puede tener un cuerpo canónico y tener problemas de salud. En el día de hoy vamos a hablar sobre dos movimientos sociales que defienden esta postura: El body positive y el HAES.

Sin más dilación… ¡¡Vamos alláa!!

¿Qué son?

El Body positive es un movimiento social que defiende la aceptación de todos los tipos de cuerpo sin importar la forma, el tamaño o la apariencia física. Por ello, su lucha radica en eliminar la manera en la que la sociedad concibe el cuerpo físico, abordando los estándares de belleza poco realistas y permitiendo construir una fuerte autoestima en todas las personas, incluyendo a las personas sin cuerpos normativos. (1)

El HAES, al igual que el body positive, lucha contra el estigma del peso. Es un movimiento que reclama los derechos y el acceso equitativo a la salud de todos los individuos con independencia de su peso o su aspecto físico. Además, pretende visibilizar que la salud no es un número en la báscula.

Historia

Como veremos más tarde, la historia de estos movimientos comienza en los años 60. Sin embargo, es importante conocer los precedentes que empezaron a asentar este tipo de ideas. Tras una larga etapa donde el exceso de peso estaba bien visto en la sociedad al ser un distintivo de clase social, nuevos tiempos llegarían y con ellos un cambio en el ideal de belleza. Los cuerpos delgados comenzaron a ser importantes para las mujeres, cosa que se vería acentuada con las vestimentas. Allá por el 1800, el estilo victoriano era muy popular, siendo una prenda clásica el vestido victoriano con corsé.

Vestido victoriano con corsé

Esta prenda representó la sumisión a la que tenían que hacer frente las mujeres de la época para verse delgadas. Además, si no la usaban tenían que soportar burlas y críticas por no esconder el supuesto ‘exceso de peso’. Esto fue así hasta que en la década de 1850 surgió el movimiento de reforma de la vestimenta victoriana, el cual tenía como fin erradicar la idea de que las mujeres tenían que modificar su cuerpo para adaptarse al estándar social de cinturas pequeñas. Esto supuso no solo un avance social, sino también sanitario, ya que se demostró que el uso de estas prendas de ajuste tenía un impacto negativo sobre la salud. Fue el primer paso en la lucha contra la gordofobia y sin duda estableció las bases para el futuro. (1)

1967: El año en el que todo empezó

Todo comienza cuando en el año 1967, un locutor de radio de New York convoca en Central Park una reunión/manifestación para protestar contra la discriminación a las personas con exceso de peso. (Todo esto en un contexto en el que estaban empezando a salir los primeros resultados del famoso estudio de Framingham). Ese acto tuvo un gran impacto, ya que tiempo después e inspirado por este hecho, el autor Lew Louderback escribió un ensayo titulado «Más personas deberían ser gordas», en el que defendía los puntos por los que había que frenar esta discriminación. El propio autor había sido testigo de ella, ya que su esposa la había sufrido debido a su talla.

El ensayo arrojó nuevos conocimientos sobre la falsa creencia de que estar gorda es poco saludable y permitió inspirar a muchas personas. Tanto es así que en 1969, Bill Fabrey creó la Asociación Nacional para el Avance de la Aceptación de Grasas (NAAFA) con el objetivo de educar a la población y eliminar la gordofobia de nuestra sociedad. Es esta organización la que impulsa la iniciativa HAES, defendiendo que la salud no se debería medir por el físico apreciable, sino por pruebas médicas como son los análisis bioquímicos. (2)

Década de los 90

Este es el momento en el que por fin la lucha contra la gordofobia se asienta y se empieza a llevar a la práctica. Con la colaboración de organizaciones como la NAAFA se consiguieron implantar programas y actividades específicas para personas gordas, aportándoles así un entorno seguro en el que no se sintieran juzgadas por su imagen.

Fue en 1996 cuando dos trabajadoras sociales clínicas crearon una organización llamada The body positive. El detonante fue la prematura muerte de la hermana de una de ellas a causa de un TCA, lo cuál hizo que decidieran tomar cartas en el asunto. Su objetivo al crear esta entidad era ayudar a las chicas a replantearse los estándares de belleza y si realmente merecía la pena malgastar tanto tiempo de su vida intentando conseguir un cuerpo canónico, ya que sería mucho mejor aceptarse y quererse tal y como son. A día de hoy, esta organización cuenta con página web oficial y llevan a cabo múltiples programas de educación en centros educativos y de manera online.

La generación de las redes sociales

A partir de la década de 2010, el uso de las redes sociales y la creciente globalización permitió que estos movimientos se expandiesen más allá de las fronteras estadounidenses. Incluso aquí, en España, un país hispanohablante en el que hasta hace no mucho no se conocía nada sobre ambos términos.

En algunas redes sociales como Instagram encontramos actualmente muchísimos posts sobre estos movimientos que desafían los antiguos e irreales estándares de belleza. El proceso ocurre lentamente, pero nuestra sociedad está empezando a ser más consciente, dejando a un lado la opresión y la discriminación (aunque continúa pasando y el camino todavía es largo).

Aunque la continua exposición en internet puede ser una ventaja, hay que vigilar el uso que a veces se le da. Muchas empresas e influencers con muy poca vergüenza aprovechan la imagen de estos movimientos para mercantilizarlos y obtener beneficios económicos a partir de ellos. Es importante saber distinguirlos y denunciar esa falta de ética.

Utilidad sanitaria

Si os dijera que todo esto que comenzó con una mujer enfadada porque estaba harta de tener que esconder sus ‘kilos de más’ con un corsé, puede ayudar a millones de chicas con problemas serios de salud, ¿me creeríais?

Si bien es cierto que el HAES y el Body Positve surgen inicialmente como movimiento sociales, se ha demostrado que estos pueden ayudar como terapia, llegando a tener repercusiones muy positivas sobre la salud de las personas.

En referencia al body positive, hemos podido encontrar este artículo. En él se describe un estudio realizado en adolescentes de un colegio, concretamente 113 personas, las cuales eran mayoritariamente chicas. Durante una semana, se les expuso a una gran cantidad de contenido sobre body positive en sus redes sociales con el objetivo de recabar datos sobre el estado de su imagen corporal y el nivel afectivo hacia ellas mismas. Al finalizar el estudio, se comprobó que las adolescentes que habían estado más expuestas al contenido body positive manifestaban una mayor satisfacción corporal propia. Es por ello que las investigadoras concluyeron que el movimiento body positive conduce a conseguir un mayor bienestar emocional, por lo que habría que incentivar a las personas que usan redes sociales a visualizar más este tipo de contenido. (3)

Aunque es evidente el efecto positivo que podría llegar a tener, siempre habrá personas que intenten desmontar una buena causa. Es el caso de la aparición de mensajes totalmente contradictorios a los que divulga el movimiento. (4) El enaltecimiento de las figuras extremadamente delgadas o la promoción de técnicas para bajar rápidamente de peso NO son, ni mucho menos, prácticas que se deban perpetuar, por lo que si damos con posts de este tipo deberíamos denunciarlos para proteger nuestra propia salud física y mental.

El HAES, por su parte, es un movimiento el cual se ha aplicado más como terapia. Concretamente, esta intervención se realizó en un total de 216 mujeres en Canadá. Mediante la comparación con un grupo control (110 personas), se pretendía conocer si las mujeres que habían formado parte de un programa de educación HAES podían mejorar su alimentación intuitiva.(5)

Los resultados fueron esclarecedores: Las mujeres que habían formado parte del programa HAES habían mejorado muchísimo, no solo su alimentación intuitiva, sino la calidad de la dieta con respecto al grupo control. Aunque todavía no está clara la explicación de por qué la mejora en la calidad de la alimentación, seguramente se deba a la eliminación de las restricciones, causantes de la mayoría de episodios de atracones. Las investigadoras concluyeron: «una intervención basada en ideales como los que promueve el HAES podría ayudar a mejorar la alimentación de las personas y, por tanto, su salud«.

¡Y esto es todo por hoy!

Esperamos que hayáis disfrutado del artículo y hayáis podido conocer más datos acerca de estos movimientos tan necesarios, sobre todo en un mundo en el que se usan constantemente las redes sociales.

Os mandamos un fuerte abrazo, nos leemos en la próxima :).

REFERENCIAS:

(1) Sánchez, V. H. (2019). El body positive: Una representación social del cuerpo. (Trabajo final de grado). Universidad del País Vasco Grado de Sociología. Sevilla. (Citado el 17 de marzo de 2021). Recuperado a partir de: https://addi.ehu.es/bitstream/handle/10810/37444/TFG_SanchezSalcedoVictoriaH.pdf?sequence=2&isAllowed=y

(2) https://healthateverysizeblog.org/2013/04/30/the-haes-files-history-of-the-health-at-every-size-movement-part-i/

(3) Stevens A, Griffiths S. Body Positivity (#BoPo) in everyday life: An ecological momentary assessment study showing potential benefits to individuals’ body image and emotional wellbeing. Body Image. 2020 Dec;35:181-191. doi: 10.1016/j.bodyim.2020.09.003. Epub 2020 Oct 14. PMID: 33068893.

(4) Lazuka RF, Wick MR, Keel PK, Harriger JA. Are We There Yet? Progress in Depicting Diverse Images of Beauty in Instagram’s Body Positivity Movement. Body Image. 2020 Sep;34:85-93. doi: 10.1016/j.bodyim.2020.05.001. Epub 2020 Jun 10. PMID: 32534269.

(5) Carbonneau E, Bégin C, Lemieux S, Mongeau L, Paquette MC, Turcotte M, Labonté MÈ, Provencher V. A Health at Every Size intervention improves intuitive eating and diet quality in Canadian women. Clin Nutr. 2017 Jun;36(3):747-754. doi: 10.1016/j.clnu.2016.06.008. Epub 2016 Jun 18. PMID: 27378611.

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