Durante los últimos años la soja y sus derivados han ganado bastante terreno en nuestra alimentación diaria. Mientras que en las poblaciones asiáticas la consumen en su forma menos procesada (vainas de soja, tofu o tempeh), en occidente solemos ingerirla en forma de suplementos dietéticos y como sustitutos de proteínas animales y aceites comestibles, es decir, alimentos más procesados.
Podemos encontrar derivados de soja en una gran variedad de productos alimenticios: fórmulas infantiles a base de soja, productos de panadería, ‘fast foods’, cereales procesados, salsas y aderezos, etc.
Como sucede siempre en el campo de la nutrición cuando un alimento se hace famoso, aparecen numerosos mitos alimentarios en torno a este alimento en cuestión, de los cuales la mayor parte son falsos o carecen de evidencia científica.
En el caso de la soja, se ha extendido el rumor de que su consumo afecta negativamente en el perfil hormonal masculino. ¿Por qué se piensa esto?
Numerosas personas en redes sociales han divulgado que las isoflavonas de la soja aumentan el nivel de estrógenos y reducen el de testosterona en los hombres.
¿Qué hay de cierto en esto? ¿Deben los hombres dejar de consumir soja? ¿Estamos ante otro mito alimentario? ¡Vamos a verlo!
¿Qué es la soja?
Para entrar en materia, primero es importante conocer a este maravilloso alimento.
La soja es una legumbre originaria de Extremo Oriente (Japón, China, Indochina) que ha pasado a cultivarse en todo el mundo debido a sus múltiples usos y beneficios. En España se cultivan las siguientes variedades de la soja: Akashi, Azzurra, Amsoy, Calland, Canton, Gallarda, Katai, Panter, entre otras. Este alimento se ha hecho muy conocido debido a su alto aporte proteico, además de su gran polivalencia, ya que pueden obtenerse diversos productos como el aceite de soja, harina, lecitina, bebida de soja, salsa de soja, tofu, tempeh, tamari, brotes de soja, etc.
Se trata de un alimento muy saludable, ya que contiene un alto porcentaje de proteína de alta calidad (entre un 36% y un 46%, dependiendo de la variedad) (1).
También contiene grasa en forma de ácidos grasos poliinsaturados (omega-3 y omega-6), hidratos de carbono complejos, fibra y otros compuestos interesantes como ácido fítico y saponinas (2).
Si la comparamos con el resto de las legumbres, la soja aporta una mayor cantidad de ciertos minerales como calcio, fósforo, hierro, potasio, magnesio, vitamina E y vitaminas del grupo B.
Por último, la soja destaca por su contenido en fitoestrógenos, compuestos vegetales naturales que podemos encontrar en diversas frutas y verduras. Se clasifican en: isoflavonas, lignanos y cumestanos. En la soja predominan las isoflavonas, sobre todo la genistina y la daidzina.
¿Qué son las isoflavonas?
Las isoflavonas presentes en la soja son un grupo de compuestos bioactivos no nutritivos, de naturaleza fenólica, no esteroidal y con propiedades antioxidantes, muy beneficiosas para la salud. Las isoflavonas han sido y siguen siendo estudiadas por su potente acción estrogénica y antiestrogénica, ya que regulan el balance hormonal de la mujer, intervienen en la prevención de la osteoporosis y del cáncer de mama. También hay estudios que señalan su efecto protector frente a las enfermedades cardiovasculares (3).
Para conseguir estos efectos beneficiosos, las isoflavonas compiten con los estrógenos endógenos del organismo por unirse a sus receptores de las células. Esto se debe a que presentan una estructura similar al 17β-estradiol, por lo que son capaces de unirse a sus receptores celulares. Las enfermedades causadas por la unión de excesivos estrógenos a sus receptores se disminuyen de esta forma (4).
Esta característica es realmente beneficiosa para las mujeres que están pasando por la menopausia. Esto se debe a que, durante la menopausia, la producción de estrógenos se ve disminuida, lo que conlleva a diversos problemas de salud como la osteoporosis, estado de ánimo decaído, enfermedad del suelo pélvico, etc. Si se consumen isoflavonas, estas reemplazarán a los estrógenos, previniendo el desarrollo de las enfermedades mencionadas anteriormente.
Esto sucede en todos los organismos, independientemente del sexo de la persona: las isoflavonas compiten con los estrógenos para unirse a sus receptores.
Cantidad de isoflavonas en la soja
A pesar de ser la mayor fuente de aporte de fitoestrógenos que tenemos los humanos, el contenido total de isoflavonas en la soja depende del producto alimenticio: el contenido total de isoflavonas es alto en la harina de soja (150-170 mg/100g), aislado de proteína de soja (91 mg/ 100 g), natto (soja fermentada, 82 mg/ 100 g) y edamame (vainas de soja inmaduras, 49 g/100 g), pero significativamente bajo en concentrados de proteína de soja extraídos con alcohol (11 mg/100 g), tofu (25-30 mg/100 g) o bebida de soja (1-3 mg/100 g) (5).
Isoflavonas y perfil hormonal masculino
Antes de entrar en materia, debemos saber que los estudios acerca de los riesgos y beneficios de la soja en la salud reproductiva en humanos es escasa, por lo que se necesitan más estudios al respecto.
Tras una búsqueda de evidencia científica, hemos encontrado los siguientes estudios:
Estudio 1: Soy Food and isoflavone intake in relation to semen quality parameters among men from an infertility clinic (6)
Se trata de un estudio transversal con 99 hombres. Concluyeron que el consumo de isoflavonas estaba inversamente relacionado con la concentración de esperma, sobre todo en pacientes con sobrepeso y/o obesidad. No obstante, no encontraron cambios en la calidad del semen (motilidad y morfología de los espermatozoides o el volumen de la eyaculación).
Estudio 2: Beneficial effects of dietary intake of plant phytoestrogens on semen paameters and sperm DNA integrity in infertile men (7)
Un estudio similar al anterior, realizado a 48 hombres con parámetros seminales anormales y un grupo control de 10 personas. Mediante el estudio, concluyeron que el consumo de isoflavonas se relacionó positivamente con el recuento y la motilidad de los espermatozoides.
Estudio 3: Effect of a phytoestrogen food supplement on reproductive health in normal males (8)
Realizado a 14 personas. No se encontró una asociación de la ingesta de isoflavonas con la calidad del semen o las hormonas sexuales en hombres.
Estudio 4: Clinical studies show no effects of soy protein or isoflavones on reproductive hormones in men: results of a meta-analysis (9)
En este metaanálisis, donde se incluyeron estudios que evaluaron los niveles de testosterona como un bioindicador de riesgo de cáncer de próstata, concluyeron que el consumo de soja o derivados y de isoflavonas no alteran los niveles de testosterona libre, ya que no se observan efectos adversos notables. Al igual que hemos resaltado anteriormente, este estudio destaca la necesidad de un mayor número de estudios sobre humanos a gran escala y a largo plazo.
Estudio 5: Neither soy nor isoflavone intake affects male reproductive hormones: An expanded and updated meta-analysis of clinical studies (10)
Los resultados de este metaanálisis que engloba 41 estudios y 1753 hombres indican que ni la ingesta de soja ni la de isoflavonas afectan a las concentraciones de testosterona circulante total o biodisponible en los hombres. Es importante destacar que ninguno de los cuatro estudios a largo plazo (≥ 12 meses) encontró un efecto estadísticamente significativo en los niveles de testosterona, a pesar de que la evidencia indica que los niveles de esta hormona pueden variar en cuestión de pocos días ante ciertos factores (como, por ejemplo, el etanol del alcohol).
Conclusiones
A pesar de existir una gran controversia acerca de este tema, los estudios concluyen que el consumo de isoflavonas de soja en cantidades moderadas (>75 mg/día) no afectan a los niveles de testosterona en hombres (11). Por el contrario, un consumo excesivo de isoflavonas (sobre todo en forma de suplementos) podría reducir los niveles de testosterona en hombres, aunque no hay estudios concluyentes que afirmen este dato.
Si nos fijamos en los hombres nativos japoneses adultos, el consumo medio de isoflavonas oscila entre 30 y 50 mg/día y menos del 10% ingieren más de 75 mg/día. Esta última dosis equivaldría aproximadamente a tres porciones de alimentos de soja tradicionales, siendo una porción una taza (240 ml) de bebida de soja, ½ taza (85g) de tofu o una onza (30g) de nueces de soja. Es complicado evaluar si un mayor consumo de isoflavonas del que se puede alcanzar a través de los alimentos de soja y del que se recomienda (75 mg/día) afecta a los niveles de testosterona, ya que estaríamos hablando de cantidades muy grandes de soja. No obstante, la evidencia indica que no hay alteraciones drásticas en estos casos.
En este punto es conveniente resaltar la importancia de llevar una alimentación variada, incluso en las dietas vegetarianas y veganas donde la soja está más presente en la dieta diaria. Podemos comer soja a diario sin problema, pero debemos asegurarnos de que esta no sea la única fuente proteica que ingerimos, sino que también debemos añadir a nuestra alimentación el resto de legumbres: garbanzos, lentejas, alubias (blancas, pintas, canelas, planchetas, moradas…), guisantes, etc.
Por otro lado, los estudios indican que el consumo de soja no empeora la calidad ni la cantidad del esperma.
Además, es importante tener en cuenta que los efectos de las isoflavonas en los niveles hormonales pueden variar dependiendo de factores como la edad, la salud general, el nivel de actividad física, factores ambientales, etc.
Podemos concluir que, aunque se necesiten más estudios al respecto, el consumo de soja y productos derivados de la misma es seguro y saludable para la población general, siendo un alimento rico en proteínas vegetales, vitaminas y minerales.
Por último, queremos mencionar que este alimento presenta múltiples efectos beneficiosos en la salud hormonal de la mujer, tema que trataremos en posteriores entradas del blog.
Esperamos que hayáis aprendido sobre este tema tan controvertido y que poco a poco dejemos a un lado el miedo hacia este maravilloso alimento. Todas, todos y todes podemos consumirlo y beneficiarnos de ello (exceptuando ciertos casos de intolerancias u otras patologías).
Referencias
- García, M.C., Torre, M., Marina, M.L., Laborda, F. (1997). Composition and characterization of soybean and related products. Crit. Rev. Food Sci. Nutr., 37, pp. 361-391.
- Kang, J., Badger, T.M., Ronis, T.J.J. & Wu, X. (2010). Non-isoflavone phytochemicals in soy and their health effects. Agric. Food Chem. 58, 14, 8119-8133. https://pubs.acs.org/doi/10.1021/jf100901b
- González-Cañete, N. y Durán-Agüero, S. (2014). Isoflavonas de soya y evidencias sobre la protección cardiovascular. Nutrición Hospitalaria, 29(6):1271-1282.
- Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (2023). Soya bean. Disponible en: https://www.mapa.gob.es/es/ministerio/servicios/informacion/soja_tcm30-102716.pdf
- Cederroth, C.R., Zimmermann, C. & Nef, S. (2012). Soy, phytoestrogens and their impact on reproductive health. Molecular and cellular endocrinology, 355(2), 192-200. doi: 10.1016/j.mce.2011.05.049
- Chavarro, J., Toth, T., Sadio, S. & Hauser, R. (2008). Soy food and isoflavone intake in relation to semen quality parameters among men from an infertility clinic. Human Repoduction, 23(11), 2584-2590. doi: 10.1093/humrep/den243
- Song, G., Kochman, L., Androlina, E., Herko, R., Brewer, K. & Lewis, V. (2006). O-115. Beneficial effects of dietary intake of plant phytoestrogens on semen parameters and sperm DNA integrity in infertile men. Fertility and sterility, 86(3), S49. doi: 10.1016/j.fertnstert.2006.07.134
- Mitchell, J.H., Cawood, E., Kinniburgh, D., Provan, A., Collins, A.R., & Irvine, D.S. (2001). Effect of a phytoestrogen food supplement on reproductive health in normal males. Clin. Sci. (Lond); 100(6):613-18. https://portlandpress.com/clinsci/article-abstract/100/6/613/66454/Effect-of-a-phytoestrogen-food-supplement-on
- Gaskins, A.J., Colaci, D.S., Mendiola, J., Swan, S.H., Chavarro, J. E. (2010). Dietary patterns and semen quality in Young men. Human Reproduction, 25(2), 298-307. doi: 10.1093/humrep/dep399
- Reed, K., Camargo, J., Hamilton-Reeves, J., Kurzer, M., & Messina, M. (2021). Neither soy nor isoflavone intake affects male reproductive hormones: An expanded and updated meta-analysis of clinical studies. Reproductive Toxicology, 100, 60-67. doi: 10.1016/j.reprotox.2020.12.019
- Hamilton-Reeves, J.M., Vazquez, G., Duval, S.J., & Phipps, W. R. (2010). Kurzer MS. Clinical studies show no effects of soy protein or isoflavones on reproductive hormones in men: results of a meta-analysis. Fertility and Sterility, 94(3), 997-1007. doi: 10.1016/j.fertnstert.2009.04.038