Dolores de cabeza de manera frecuente, nauseas y vómitos, dolor de cuello, palpitaciones en el cráneo, excesiva sensibilidad a la luz, al sonido o incluso a los olores… Si alguna vez has sufrido estos síntomas, ya sabrás que te encuentras frente a un episodio de ‘migraña’.
Si nunca has oído hablar de ella, y no has tenido que pasar por ese mal trago: La migraña consiste en la aparición de fuertes dolores de cabeza, acompañados de otros síntomas como las nauseas. Tiene su origen en una inflamación neurológica y algunas personas la experimentan con un síntoma de advertencia conocido como aura. Este normalmente consta de alteraciones visuales, como destellos de luz o puntos ciegos.
Lo cierto es que la migraña es bastante frecuente en nuestra población. En algunos estudios la prevalencia global se sitúa entorno al 14,4%(1), aunque en otros se habla de un 6% en el caso de los hombres y un 18% en el de las mujeres.(2)
En el día de hoy, vamos a profundizar en la importancia que tiene nuestra alimentación, no solo en la aparición sino en la prevención de las migrañas.
Hereee we gooo!!
‘Triggers’ o detonantes
En varios estudios se han intentado analizar los posibles causantes de estos episodios tan complicados. Sin embargo, muchas de las pacientes que los padecen, manifiestan que una gran variedad de factores influyen en la aparición de la migraña.
Incluso, se llegan a confundir algunos síntomas con detonantes, como es el caso de los cambios de humor o los antojos. Estos muchas veces son resultado de las migrañas, no son los causantes de ellas. (3)
En un estudio en el que se analizaron a 1207 pacientes que habían reportado casos de migraña, se les preguntó por los detonantes: (4)
El motivo de mayor frecuencia, fue el estrés, indicado por un 79,7% de las pacientes. Seguido de este, viene la actividad hormonal en las mujeres, la cual la reportaron un 65,1%. Por tanto, hay que remarcar que estas tienen una mayor predisposición para sufrir episodios de migraña, así que habrá que tener especial cuidado.
En referencia a problemas relacionados con la alimentación, el 57,3% de las participantes, reportó como detonante el no haber comido durante muchas horas. Por su parte, un 26,9 % de las pacientes también achacaron los dolores a los alimentos que ingerían. Con estos datos ya podemos ir viendo cómo lo que comemos, juega un papel muy importante en la aparición de las migrañas.
Otros causantes muy comunes son los problemas a la hora de dormir como el insomnio, los cuales fueron reportados por un 49,8%, los olores muy fuertes con un 43,7% y los fuertes estímulos lumínicos con un 38,1%
Cómo influye nuestra alimentación
A día de hoy, no debería sorprendernos que todo lo que pasa en nuestro cuerpo está estrechamente ligado a lo que comemos. Las migrañas no iban a ser menos. De hecho, no solo están condicionadas por lo que comemos, también aparecen si no comemos. Como nombré anteriormente, muchas de las pacientes que sufren migrañas han reportado que aparecen tras un largo periodo de ayuno. En ellas, se comprobó que romper el ayuno con una comida abundante en hidratos suele ayudar a la recuperación.(4)
Por otro lado, hay que vigilar aquellos alimentos con un alto índice glucémico. Van a provocar un rápido aumento de la glucosa en la sangre, y en consecuencia una brusca caída, la cuál está asociada con fuertes episodios de migraña.(4)
Sin embargo, cuando hablamos de detonantes, la comunidad científica parece tener claro en base a sus investigaciones que hay alimentos que favorecen la aparición de episodios de migraña.
Aquellos productos en el punto de mira son:
El chocolate: Puede ser dañino por sus concentraciones de feniletilamina proveniente del cacao, y por la cafeína.
El queso (y otros productos lácteos fermentados): Contiene grandes cantidades de tiramina, la cual desencadena dolores de cabeza.
El alcohol: Sobre todo vino rojo y las cervezas por su abundante presencia de tiramina e histamina entre otros compuestos.
Productos con cafeína como el café o el té.
Las carnes curadas: Debido a su gran contenido de nitratos y nitritos.(5)
Para encontrarle explicación a esto, se propusieron dos teorías:
La hipótesis de las aminas: En la cual se llegó a la conclusión de que ya que muchos de los alimentos detonantes contenían aminas, la metabolización de estas podría ser el problema. Esta hipótesis no es muy aceptada, ya que en la mayoría de pacientes no se observó ningún fallo en las rutas metabólicas de las aminas.(4)
La hipótesis alérgica: Esta propone como explicación una reacción alérgica hacia esos alimentos, mediada por los anticuerpos IgE, que desencadenan como respuesta los episodios de migrañas. Pese a que tiene cierta lógica, al analizar los niveles de los anticuerpos en general no se observó un aumento de estos, por lo que tampoco es fiable. (4)
Otras teorías sugieren que es una respuesta independiente que involucra una vasodilatación provocada por los niveles de histamina.
Por otro lado, también se puede pensar que todos estos alimentos son proinflamatorios, y las migrañas como bien hemos definido al principio son causas de una inflamación.
Aunque hayan diversas propuestas, lo cierto es que no hay nada claro y se necesitan muchos más estudios para tener una respuesta definitiva.
Nutrientes protectores
Debido a la magnitud del impacto de las migrañas, son muchos los métodos de prevención que se han intentado establecer, sobre todo en el ámbito farmacéutico. Sin embargo, se acaban descartando por la cantidad de efectos secundarios que suelen llevar asociados.
Es por eso que los investigadores decidieron buscar otras alternativas, y ahí es donde la alimentación vuelve a aparecer para salvarnos. Tras varios estudios, se descubrió que existen nutrientes que pueden prevenir la aparición de episodios de migrañas.
Algunos de ellos son:
El magnesio: Interviene en muchísimos procesos neurológicos, como en la transmisión del dolor. La deficiencia de este nutriente es una señal proinflamatoria, que va a provocar fuertes dolores de cabeza. Es vital por tanto aportarlo mediante la dieta, y en el caso de que las migrañas fueran comunes y no se pudiera mantener, recurrir a la suplementación diaria (400mg).
La riboflavina o vitamina B2: Juega un papel fundamental en la cadena mitocondrial, si es deficitaria se produce un fallo en el metabolismo del oxígeno que se ha relacionado con la aparición de ataques de migraña. Se ha visto que su suplementación puede tener efectos en adultos, pero en niños no.
Vitamina D: Su suplementación puede tener un efecto positivo sobre las migrañas. Incluso una alta síntesis por parte de nuestro cuerpo puede ejercer como factor protector. Es recomendable por tanto la exposición solar diaria para mantener unos niveles adecuados.
Coenzima q10 y L-Carnitina: Son dos nutrientes implicados en la producción de energía en la mitocondria. Mantener unas buenas de concentraciones de ambas permitirá ejercer un efecto antioxidante ante el estrés oxidativo que se desencadena en episodios de migraña.
Otros nutrientes que pueden ser útiles son la vitamina b3 o la vitamina b12, sin embargo, hay división de opiniones entre varios autores por lo que los datos no son concluyentes. (2)
Tratamiento
Vista la relación existente entre la alimentación y la migraña, en muchos estudios se han intentado terapias consistentes en eliminar algunos alimentos de la dieta.
Hay investigaciones en las que se han logrado reducir la cantidad de episodios mediante este método. Para determinar aquellos alimentos desencadenantes, realizaron pruebas de alergia para la detección de anticuerpos IgE. (Los encargados de la respuesta inmune ante alérgenos). No obstante, la hipótesis alérgica no es una solución plausible para descartar alimentos, por lo que son resultados que hay que cogerlos con pinzas. (6)
Además, la terapia puede llegar a ser muy tediosa. Sobre todo a la hora de la detección y eliminación de todos los alimentos que puedan detonar ataques de migraña, ya que la paciente se tendría que ver expuesta durante mucho tiempo a los dolores.
Otro de los tratamientos propuestos se basa en el uso de nutracéuticos. Un término posiblemente desconocido para muchas. Los nutracéuticos no son más que alimentos o componentes de ellos que son usados con fines médicos o para mejorar la salud. Es aquí donde entran los nutrientes de los que hablamos en el anterior apartado. La suplementación mediante estos componentes de los alimentos puede ser muy efectiva para lidiar con este problema.(2)
Esta suplementación siempre debe estar sujeta a la tolerancia individual de cada una y a la gravedad y frecuencia de los episodios, y NUNCA debe descuidar nuestra alimentación.
Una pauta recomendable para las personas que sufran de migraña, sería llevar una alimentación equilibrada, evitando saltarse comidas o realizar ayunos. A la hora de consumir hidratos de carbono, priorizar en aquellos complejos, con un menor índice glucémico. Hay que tratar de no consumir aquellos alimentos nombrados en el artículo que suelen ser precursores de los ataques. Si la tolerancia fuera buena, podemos ir introduciendo alguno poco a poco y comprobar si estos son detonantes o no.
Conclusión final
Todo lo que habéis leído hoy en este artículo proviene de fuentes científicas totalmente fiables. No obstante, todas estas conclusiones no hay que seguirlas al pie de la letra. Las investigaciones a veces se realizan sin tener en cuenta muchos factores, por lo que los resultados pueden no ser exactos, y más en campos tan amplios como la nutrición y la neurología.
Por ello, tengamos cautela y ante todo sigamos las señales que nuestro cuerpo nos da, respetando aquello con lo que es tolerante.
Me despido por hoy, ha sido un placer daros este contenido y espero que lo disfrutéis.
¡¡Hasta la próxima!!
REFERENCIAS
(1) Razeghi Jahromi S, Ghorbani Z, Martelletti P, Lampl C, Togha M; School of Advanced Studies of the European Headache Federation (EHF-SAS). Association of diet and headache. J Headache Pain. 2019 Nov 14;20(1):106. doi: 10.1186/s10194-019-1057-1. PMID: 31726975; PMCID: PMC6854770.
(2) Nattagh-Eshtivani, E., Sani, M.A., Dahri, M., Ghalichi, F., Ghavami, A., Arjang, P., Tarighat-Esfanjani, A., 2018. The role of nutrients in the pathogenesis and treatment of migraine headaches: Review. Biomedicine & Pharmacotherapy 102, 317–325.. doi:10.1016/j.biopha.2018.03.059
(3) Marmura, M.J., 2018. Triggers, Protectors, and Predictors in Episodic Migraine. Current Pain and Headache Reports 22.. doi:10.1007/s11916-018-0734-0
(4) Finocchi, C., & Sivori, G. (2012). Food as trigger and aggravating factor of migraine. Neurological Sciences, 33(S1), 77–80. doi:10.1007/s10072-012-1046-5
(5) Sun-Edelstein, C., & Mauskop, A. (2009). Foods and Supplements in the Management of Migraine Headaches. The Clinical Journal of Pain, 25(5), 446–452. doi:10.1097/ajp.0b013e31819a6f65
(6) Mansfield LE, Vaughan TR, Waller SF, Haverly RW, Ting S
(1985) Food allergy and adult migraine: double-blind and
mediator confirmation of an allergic etiology. Ann Allergy 55:126–
129
Muchas gracias Alicia, siempre es reconfortante leerte.
Vengo a contaros que yo sufro de mucha migraña (tanto por estrés, alimentación (me entran episodios si como frutos secos) y yo particularmente (conocí a pocos que les pasará igual) cuando me toca estar en actos sociales (conocer gente nueva, gente en grupo que ya conozco, etc.)
Me gustaría dejar la info de una app que sirve para apuntar dónde, cómo, y el porque creemos que se nos levanto el episodio de migraña. Esta app nos hace conocernos y obtener información particular de nuestra migraña.
APP iMigraine
un abrazo